En los últimos años, la preocupación por el medio ambiente y la necesidad de ahorrar en la factura energética que en el caso de la electricidad y los combustibles fósiles aumenta cada día, ha llevado a los consumidores y empresas productoras a explorar nuevas fuentes de energía que sean más sostenibles para el medio ambiente y más baratas de consumir.
En los últimos años, la preocupación por el medio ambiente y la necesidad de ahorrar en la factura energética que en el caso de la electricidad y los combustibles fósiles aumenta cada día, ha llevado a los consumidores y empresas productoras a explorar nuevas fuentes de energía que sean más sostenibles para el medio ambiente y más baratas de consumir.El mercado se ha llenado de alternativas al consumo de electricidad tradicional o al consumo de los combustibles fósiles, sin embargo, aunque todas las formulas utilizan publicidad que vende el sistema como la panacea, lo cierto es que pocas de ellas son tan rentables como los combustibles tradicionales y el beneficio para el medio ambiente no es tan importante como suelen hacer creer.
Centrándonos el las calderas para calentar el hogar y el agua, vamos a comparar el consumo de una caldera de gasoil tradicional con su homologa de Pellet (biomasa) que se considera una fuente de energía renovable.
Según los fabricantes de calderas de Pellet , el rendimiento de estas calderas es similar al rendimiento de una caldera de gasoil, entorno al 90% .
Ahora que el gasoleo ha bajado su precio considerablemente vamos a hacer unos pequeños cáculos.
1 litro de gasoil contiene el mismo poder calorífico que 2 kilos de pellet. El gasóleo C puede ser adquirido a un precio entorno a los 65 céntimos , mientras que un kilogramo de pellet a unos 24 céntimos. Es decir para obtener el mismo rendimiento en pellet que en gasoil necesitaríamos algo más de 2 kg de pellet (hay que recordar que la eficiencia es del 90% con lo cual el equivcalente serían más de 2 kg) esto supone que el verdadero ahorro energético en condiciones ideales de la caldera sería de entorno al 20% con respecto a una caldera de gasoil, sin embargo, esto es en condiciones ideales.
Hablamos de condiciones ideales ya que las calderas de Pellet por sus características cuentan con una serie de hándicaps que puede reducir notablemente el rendimiento de la misma y por tanto el ahorro, incluso pudiendo ser ahorro negativo. Este tipo de calderas acumulan mucho más hollín que una de gasoil, el rendimiento disminuye inmediatamente cuando se acumula ceniza en el tubo, los intercambiadores de calor o el cenicero, ello implica una constante supervisión y limpiezas mucho más a menudo, con el gasto en tiempo que ello supone.
Por otro lado los costes del pellet no suelen llevar incluido su transporte hasta la caldera, dejando el palet en la puerta del cliente en la calle, teniéndose que preocupar este de transportarlo hasta la caldera, con el consiguiente esfuerzo y pérdida de tiempo.
Por otro lado los fabricantes de las calderas de pellet solo se responsabilizan de la garantía cuando el pellet utilizado para la misma es de máxima calidad y 100% de pino descortezado, sin ningún tipo de impureza, lo cual es bastante dificil pues es común encontrar gravilla en su interior ya que es cargado directamente de los silos donde se almacena con el toro mecánico llevando muchas veces consigo impurezas del suelo en el que descansaba.
Desde un punto de vista ecológico el pellet no es lo más ecológico, pues cuando cumple los requisitos de los fabricantes de calderas para mantener su garantía este debe ser extraído de la tala de bosques de pinos, lo cual no es muy ecológico que digamos, en muchos casos este pellet viene desde EEUU y el proceso productivo genera además de la propia tala una gran cantidad de inconvenientes para el medio ambiente.
Por último el CO2 generado por este tipo de calderas es bastante elevado contribuyendo así de la misma forma que otros tipos de calderas al calentamiento global.
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