Según el borrador de la futura ley de Cambio climático y Transición Energética, en consonancia con los acuerdo de Paris suscritos en 2015 contra el cambio climático, España prohibirá la matriculación de cualquier turismo o vehículo comercial ligero que emita dióxido de carbono, lo que en la práctica quiere decir que cualquier vehículo de combustión incluyendo los de gas natural dejarán de venderse en dicha fecha.
Para 2050 está planteada la prohibición totald e circular, por lo que para 2050 ningún vehículo turismo o comercial que no sea eléctrico, de hidrógeno o cualquier fuente de energía limpia 100% no podrá circular por las carreteras españolas. Esta medida se preveé de gran impacto pero debido a los dilatados plazos en el tiempo, se supone que la industria del automóvil tendrá la suficiente capacidad para adaptarse al nuevo paradigma, de hecho marcas como Volvo, han indicado que ya no fabricarán nuevos modelos de combustión.
Según delcaraciones de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, su intención es abrir un proceso de participación con comunidades autónomas, municipios, grupos parlamentarios etc, en el que también intervendrán los sectores industriales implicados. El objetivo es que el Consejo de Ministros apruebe el proyecto de ley con «el mayor consenso posible» y lo remita al Congreso antes de finalizar el año.
España se sumará así al grupo de paises más avanzados en este tipo de legislación, la mayoría Europeos, aunque algunos como Noruega tienen previsto adelantar esta legislación a 2025.
Para el año 2030 deberemos contar ya con un buen porcentaje de vehículos eléctricos en nuestras carreteras y para ello, se plantean diversas actuaciones a corto plazo, entre ellas, por ejemplo , la obligatoriedad de instalar puntos de recarga eléctrico en todas las gasolineras, los plazos dependerán del volumen de ventas de dichas gasolineras, a mayor facturación antes tendrán que tener preparados los puntos de recarga eléctricos.
El objetivo del gobierno es alcanzar la cuota del 70% de energía utilizada proveniente de renovables para el año 2030, algo bastante complicado pues supondría impulsar la instalación de un mínimo de 3.000 MW de potencia al año, desde ya. El equivalente a construir anualmente tres reactores nucleares como los de central de Ascó.
En lo referente al papel de las nucleares, estas no forman parte del futuro, la intención es prescindir de ellas y cerrar todas cuando cumplan los 40 años. Veremos si el gobierno es capaz de cumplir esta promesa.
La intención es lograr reducir las emisiones de CO2 en un 37% en estos 10 años hasta 2030 o un 20% respecto a las emisiones de 1990
Con todo este esfuerzo se deberá reducir un 20% las emisiones de C02 respecto a la cifra del año 1990.
Una medida que entrará en vigor de manera inmediata será de no otorgar nuevas autorizaciones para realizar actividades de exploración ni explotación de hidrocarburos, ni en tierra ni las aguas territoriales españolas. El frácking también quedará vetado. Y todas las explotaciones con prórrogas vigentes no podrán seguir más allá del 2040.